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Metamorfosis

La pandemia por COVID-19 continúa, son ya más de cuatro meses en los que el mundo se ha volcado hacia un objetivo en común, lograr solucionar cuanto antes la emergencia sanitaria.
  
Como sabemos, el aislamiento mundial se volvió una realidad; sí, con sus excepciones en algunas regiones del mundo, unos por necesidad, otros por obstinados. Pero, también se han ido modificando algunas cuestiones relacionadas a la higiene, pues nos hemos adaptado al uso de cubrebocas, realmente consideramos el lavado de manos de manera minuciosa, desinfectamos cuanto objeto sea posible y, entendimos que, si alguien muestra síntomas de alguna enfermedad, se resguardará y comunicará su situación.

Pareciera que poco a poco hemos ido entendiendo lo que representa procurar una higiene adecuada. 

La pregunta es si una vez terminada la cuarentena, se mantendrá esta iniciativa por parte de la población de priorizar dicha profilaxis. 
Es evidente que una vez que esto termine, el mundo ya no será igual. Las decisiones tomadas darán forma al planeta durante los años venideros, donde viviremos arrastrando las consecuencias de un fenómeno casi apocalíptico, y que habrá dado a la humanidad la lección de que no somos invencibles. 

Habrá que esperar para conocer el conteo de los daños, producto de las resoluciones tomadas por parte de los distintos gobiernos, decisiones que, ineludiblemente debieron ser tomadas a la brevedad posible. Definitivamente esto no saldrá de la mejor manera, solo esperemos no termine de la peor. 

Metamorfosis de la ciudad (Jacques Custer, 2015)
Algunos países como Francia, Italia, España y China, que a la fecha se mantienen dentro de los países con mayor número de casos por coronavirus, comenzaron a implementar fases de desescalamiento, a pesar de las discrepancias en las medidas a tomar, en las cuales se pretende la reinserción de manera gradual de la sociedad al modus vivendi que solían acostumbrar.

Parece difícil de imaginar a la población conviviendo nuevamente como si nada de lo que va en este año hubiera pasado, es evidente que la situación no pasará como una anécdota más y que, una vez terminada dicha coyuntura, muchas personas desarrollarán un trastorno de estrés postraumático que los mantendrá susceptibles a cualquier alerta por una enfermedad. Será totalmente entendible, no hay precedentes en la historia moderna de un aislamiento total a causa de una pandemia, algo similar lo vivimos con el brote de influenza A H1N1 en el año 2009 y el brote de Ébola en África Occidental en el año 2014, pero claramente en una escala menor; jamás pensaríamos que el estar cerca de una persona podría significar la peor decisión de nuestras vidas. 

Es un hecho que por generaciones se hablará de lo ocurrido en el planeta en este 2020, quizá en un futuro se cuente incluso como una anécdota de tintes jocosos que por momentos nos hará olvidar los parajes de incertidumbre que hoy nos competen. 

Ahora bien, ¿Qué sucederá con los eventos multitudinarios, con el desplazamiento masivo en las grandes ciudades y cualquier situación que implique una multitud? Mientras no se consiga la cura o vacuna preventiva contra el virus, estoy seguro de que una gran parte los va a evitar. 
Metamorfosis de la sociedad (Alain Sánchez, 2020) Instagram
Pero, la vida tiene que seguir, viviremos con la experiencia y la lección que nos muestra que el ser humano es endeble per se, y sabiendo que podemos evitar situaciones similares futuras. La humanidad estará sufriendo una metamorfosis, pareciera como si la vida nos diese otra oportunidad en la que la transformación a una sociedad de principios es realmente una posibilidad. El mundo pareció hacerse pequeño, y por momentos el ser humano trabajó, quizá en un modo aún primitivo, como especie, antes que como individuo.

Sin duda, la descompensación económica que ya afrontamos se agravará en un futuro, el descontento socioeconómico pasará factura a los gobiernos locales, llegará un momento en que la asignación de recursos se verá limitada y tendremos que recurrir a la solidaridad internacional. Veremos pues, quién se solidariza con quién, y cuán conveniente puede resultar. 

¿Después de la tormenta viene la calma? Tendremos que replantear esa idea. 

El escenario luce confuso, a ciencia cierta no sabemos qué nos depara, es un hito sin precedentes el que atravesamos, pero finalmente entendemos que nuestra existencia luce minúscula en escenarios como este, y que, además, está condicionada incluso por las acciones de quien vive en la antípoda de nuestro hogar. 


Sin duda, esta coyuntura nos da para reflexionar, no es la primera vez que la humanidad pone en juicio su existencia. Deseando se encuentren bien, reciban un saludo a distancia, y por favor cuídense.

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El Financiero, (06 de mayo de 2020). El mundo regresa a la 'normalidad' tras COVID-19: así se levantan las restricciones en distintos países. El Financiero. Recuperado el 10 de mayo de 2020 de El Financiero

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