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Mostrando las entradas de mayo 3, 2020

Los Bisontes de Mary Shelley

“Si seres tan hermosos eran desdichados, no era de extrañar que yo, criatura imperfecta y solitaria, también lo fuera”. Mary Shelley (1972, p.168). El 3 de marzo de 2020, en medio de la peor crisis sanitaria global de este siglo, agonizante en algunas latitudes, incipiente en la nuestra, despertamos a la luz de una noticia extraordinaria: “Después de 100 años, el bisonte americano regresa a las planicies de Coahuila" 1 . La nueva alzó la ceja en más de uno de nosotros en señal de asombro, y muchos nos preguntamos: ¿Existían bisontes en Coahuila? ¿Qué les pasó? La presencia de la especie hoy no es identificable a nosotros, mas que en ranchos y zoológicos que visitamos de manera bienal y en donde, a pesar de los gigantescos y coloridos mapas que señalan su distribución, no logramos recordar su zona geográfica de origen— en libertad, claro está —. Los más despistados lo sitúan en algún rincón de África confundiéndolo con el búfalo, mientras que los más atentos lo colocan

La insoportable levedad de las fake news.

Lo extraño del coronavirus, sostiene Slavoj Žižek, es su carácter no apocalíptico 1 . Las imágenes que evoca el término “pandemia” se relacionan con escenarios en los cuales el porvenir de la especie humana se compromete. Es por lo que, en apariencia, las tribulaciones entrevistas por ámbitos no poco importantes para la vida en comunidad como la actividad económica, insinúan ser una cuota justa que solventar, a cambio de la gracia de haber preservado la vida. No todos han corrido con la misma suerte, el hecho de que esta pandemia no augure ni remotamente posibilidades de extinción, no desmerece de tonos graves a la tragedia de las personas ya directamente afectadas por ella. El objetivo debe ser confinar la expansión de esa tragedia a términos remediables, evitando el ensanchamiento de las cifras de víctimas mortales.  Una abundancia de voces se superponen y se disputan la atención de gente ávida por una respuesta definitiva para afrontar esta inédita coyuntura. La respuesta defini

El planeta se da un respiro

“La economía del mundo se tambalea porque sólo estamos consumiendo lo que necesitamos. 1 ” La pandemia por covid-19 que, a la fecha en que escribo esto, nos tiene resguardados en nuestras casas, y que parece “arruinar” todo plan, al menos hasta que termine el verano, ha destapado un sinfín de verdades. Verdades que, aparentemente, conocíamos, pero preferíamos omitir. Recordemos que, una de las indicaciones que se ha reiterado exhaustivamente en esta ya declarada emergencia sanitaria de carácter mundial, es permanecer en casa, razón por la cual, millones de personas en el mundo se han visto obligadas a una reducción en su salario, y otros millones más, a percibir salario alguno o perder su empleo. Todo ello podría significar un cataclismo para el sector de los servicios, pues, en teoría, no tendrían empleados que generaran plusvalor a la empresa, sin embargo, no ha sido así; resulta que una práctica que en estos tiempos ha tomado mayor relevancia en muchas partes del mu

Alguien quiere pensar en el mercado… laboral.

El pasado 8 de abril, la Secretaria de Trabajo y Previsión Social, Luisa María Alcalde Luján, compartió durante “la mañanera” las cifras de las bajas laborales registradas ante el IMSS a partir del 13 de marzo, momento en el que aún no se declaraba la emergencia sanitaria a nivel nacional, es decir, las empresas privadas no habían sido exhortadas al paro de labores. Hasta el 30 de marzo, momento en el que la emergencia sanitaria es declarada, el número de bajas laborales ascendía a 198,033 puestos laborales formales, situación que se agravaría la primera semana de abril donde la desocupación alcanzaría, aproximadamente, el 75% de las dos semanas anteriores, equivalente a 148,845 nuevos desempleados. Para entender cuán alarmante son estas cifras, basta con consultar los nuevos empleos registrados en 2019. De acuerdo con el IMSS 1 , se crearon 342,077 puestos formales, es decir, el desempleo en el segundo trimestre del año, será mayor al empleo de todo un ejercicio. Una obligación q

La no-ciencia económica

Es impresionante cómo ha permeado en la sociedad el discurso de la ciencia económica 1 . Cuando se refieren a la forma de hacer las cosas en esta materia, se asumen casi por reflejo un montón de cuestiones y supuestos que se presentan ante todos como soluciones universales o “leyes” casi naturales. En una plática una abogada me argumentaba, pensando que estaría de acuerdo por estudiar Economía, que lo que no entendía este Presidente era que el libre mercado iba a solucionar los problemas económicos de México y que se necesitaba en la Secretaría de Hacienda un economista que supiera hacer las cosas “como deben de hacerse”. Mi sorpresa no fue su argumento en sí, sino el tamaño de su convicción como quien sabe que la tierra es redonda. La ciencia económica ha logrado ocupar un lugar en el imaginario colectivo a lado de otras ciencias convencionales como la química, física o las matemáticas. Incluso comete la osadía de anunciar sus propias leyes y teoremas que abonan al mito, al mism