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Las jacarandas invisibles

 “Si un árbol cae en medio del bosque y nadie puede oírlo, ¿entonces emite, efectivamente, algún ruido al caer?” (Kōan del budismo Zen)

Este año no existen las jacarandas. Se encuentran, sin duda, en alguna parte, pero el símbolo eviterno de la primavera en la Ciudad de México no pudo inundar de púrpura muchas miradas.

Las pupilas en cuestión disputan, aún, su gracia entre Netflix, YouTube, Instagram, acaso algún libro y un enorme espejo. Al amparo de ello, el rumor de la manifestación que reivindica a quienes han dado su vida a las artes, entregándonos un legado material tan rico, ha ganado muchos adeptos, convencidísimos. 

Juan Villoro, en una reflexión para el periódico Reforma, comparte esta idea, la hace suya y la viste como él quiere.1 La ilustra con citas ya muy ilustradas, con anécdotas ingeniosas y con la consciencia de alguien que se sabe parte de esta constelación de imaginantes que nos han permitido sobrevivirle al tedio del encierro.

No me deslindo. Soy creyente incurable del poder de una película, de una canción, de una serie, de un libro, de un podcast o hasta de un canal de YouTube. Yo mismo aprieto el puño, con coraje, por no haber nacido antes para escribir lo que García Lorca en 1929, la cual es la última cita a la que acude Villoro: “No sólo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle, no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro. Y yo ataco aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales, que es lo que los pueblos claman a gritos”.2

Me llama la atención el hecho de que Lorca sustituyera medio pan por un libro, puesto que, siendo un ejercicio imaginario, de buena gana pudo haber pedido el libro y una hogaza entera. No lo hizo. Supongo, en mi propio ejercicio, que si así lo decidió fue porque quiso darle fuerza a la idea de que tiene el mismo peso el pan, como elemento que nos mantiene vivos, que el libro, como símbolo de la cultura, que nos da la voluntad de seguir estándolo.

La hipérbole es preciosa, harto pertinente; lo fue en ese entonces y lo es ahora también: nunca van a sobrar las expresiones que recuperen el valor de lo invaluable. Espero que no lo olvidemos. No obstante, algo sí hemos olvidado, algo que todo el tiempo dimos por sentado; algo que, buscando el progreso, la virtud, la trascendencia o la modernidad, pensamos que siempre estaría allí.

E. E. Cummings, en uno de sus poemas celebrando a la naturaleza, menciona que ésta, a pesar de ser tratada siempre como un medio para satisfacer nuestros intereses humanos, sólo nos contesta con la primavera. Puede que pronto esto cambie.

Cuando todo esto pase, cuando López-Gatell no sea más recordado de lo que hoy es ese policía que decía “Ay, Papantla”, cuando vuelvan los eventos deportivos y los conciertos, cuando las escuelas alojen nuevamente clases presenciales y los gimnasios sean otra vez vano alivio de nuestras inseguridades; no sé qué pasará. No sé si realmente nada volverá a ser lo mismo, no sé qué habremos aprendido, ni qué estaremos resueltos a olvidar.

Sé, sin embargo, que es muy probable que en el próximo quinquenio (2020-2024) se rompa, siguiendo con la tendencia, el récord de temperatura promedio mundial. Es muy seguro, también, que la pérdida de biodiversidad siga su rumbo y que la destrucción de ecosistemas no cese, porque ni siquiera ha cesado en estos tiempos insólitos. Porque para marzo, la deforestación de la Amazonia había aumentado en 30% comparada con el mismo mes del año pasado. Además, proyectos hoteleros, como el de Grupo Posadas en Chemuyil, Quintana Roo, con autorización de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) han aprovechado la coyuntura para la construcción de complejos hoteleros que devastan la zona de anidación de cuatro especies de tortugas marinas.3 4 5

Para saber a dónde vamos debemos preguntarnos en qué creemos, ¿en qué creemos como sociedad?, ¿cuál es esa virtud que más perseguimos? y ¿qué estamos dispuestos a sacrificar por ella? Nuestra búsqueda por la libertad, por la individualidad y por el progreso salió de nuestro control. Aquello que concebíamos como un medio para nobles afanes, se convirtió en un fin en sí mismo. La idealización de estos objetivos, precisamente, nos llevó a justificar el hecho de ver a otras personas como un medio para alcanzarlos –o como un obstáculo en el peor de los casos– y de la misma suerte justificamos nuestra relación homicida con la naturaleza. 

Quiero pensar que, como Lorca, vimos al pan inagotablemente dispuesto, o como Cummings, nunca esperamos de la naturaleza otra respuesta distinta a la primavera. Nuestros tiempos nos llaman, con un grito mudo y urgente, todos los días. La realidad no es como la esperamos, rompió con violencia nuestras optimistas expectativas; pero no es tiempo de lamentarnos, ni de buscar culpabilidades manifiestas en nuestros gestos, sino de imaginar nuevos, acordes a una realidad que hace mucho superó la intención de lo moderno. Miremos más allá y construyamos algo que sea más grande que nosotros mismos, encaminemos nuestro proyecto civilizatorio hacia un lugar en donde no impere la competencia entre nosotros, ni el dominio sobre esta naturaleza que nos sostiene a todos. 

Establezcamos, de una vez por todas, que la naturaleza y que nosotros somos ya el fin en sí mismo, no somos un medio, ni un instrumento para ningún otro objetivo, porque no hay fin tan digno o elevado como la propia vida.

Este año no existen las jacarandas, porque no podemos verlas, pero algún día puede que, en efecto, no existan más.

Foto obtenida de Milenio diario

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3 Organización Meteorológica Mundial (WMO). (22 de abril de 2020). El día de la Tierra hace hincapié en la acción climática. Recuperado de https://public.wmo.int/es/media/comunicados-de-prensa/el-d%C3%ADa-de-la-tierra-hace-hincapié-en-la-acción-climática « 

4 Excelsior. (11 de abril de 2020). Deforestación creció 30% en la Amazonia ; tala ilegal en Brasil. Excelsior. Recuperado el 19 de mayo de 2020 de https://www.excelsior.com.mx/global/deforestacion-crecio-30-en-la-amazonia-tala-ilegal-en-brasil/1375413 «

5 Aristegui Noticias. (29 de abril de 2020). Nuevo hotel de Grupo Posadas destruye santuario de la tortuga marina en Tulum. Aristegui Noticias. Recuperado el 19 de mayo de 2020 de https://aristeguinoticias.com/2904/mexico/nuevo-hotel-de-grupo-posadas-destruye-santuario-de-la-tortuga-marina-en-tulum/ «






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