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La nueva heroica clase trabajadora

James vive en los suburbios de Londres en plena Revolución Industrial, tiene 13 años y problemas respiratorios. Solo durmió 5 horas porque tiene que ir a cumplir con su turno de 14 horas en una mina de carbón. Se dirige al trabajo con su padre y dos hermanos mayores. Tiene otros dos hermanos que aún son muy pequeños para laborar, se quedaron en casa con su madre. A la mina ingresa con otras 25 personas en circunstancias precarias de salud y de seguridad; prácticamente solo con palas y picos. 

Eli logró consumar sus estudios de enfermería gracias al sacrificio que realizan sus padres y al mérito y la disciplina que implementó para lograrlo. Su padre es empleado en una empresa privada y su madre es comerciante, solo su padre goza de prestaciones, las mínimas ante la ley. El ingreso es digno, viven con lo necesario, tienen lo indispensable, sin ningún lujo. Actualmente Eli labora en zona de hospitales, en el sector salud; tiene un trabajo cuyo ingreso es considerablemente superior al de sus padres y cuenta con prestaciones decorosas. A los pocos años de laborar estalla la pandemia por coronavirus. A entrarle al quite. 

¿En qué se diferencian? Para el análisis que vamos a realizar: James está siendo explotado laboralmente en el sentido marxista clásico. Para Marx la explotación trabajo se presenta cuando el obrero recibe, a cambio de una jornada de trabajo, remuneración que representa menos de una jornada completa de trabajo1. Es decir, existe explotación cuando el trabajo empleado se ofrece por menos de su valor, expresado en términos monetarios. Por otro lado, Eli está siendo explotada bajo una “nueva clase trabajadora”, término acuñado por Bruno Latour y Nikolaj Schultz2. Esta nueva clase, nueva en relación temporal a Marx, es explotada a través de las condiciones materiales de vida: su acceso a agua, su salud, su seguridad social, educación y acceso a los bienes materiales apenas por encima del promedio. Además de ser explotada en el sentido clásico marxista. 

¿En qué se parecen? Bueno, ambos son explotados. Con la actual contingencia sanitaria, ha salido a relucir la faceta explotada del gremio del sector salud, característica no exclusiva éste, sin embargo, atinada al contexto. Según mi percepción, el personal de sector salud gozaba de cierto estatus frente a trabajadores de distintas actividades económicas por su nivel de ingresos, prestaciones, “fama”. La evolución del lenguaje e imaginario colectivo, en el caso de la lengua española, sitúa coloquial llamarle doctores a los médicos. Tan solo el simple mote de “doctor” otorgado a los médicos a razón de ser doctos, instruidos, sabios; históricamente respetados, a pesar de no tener un grado de especialidad equivalente a Phd o doctorado. 

Me encanta ver mi incio de redes sociales las fotos de mis familiares y amigos que estudian o trabajan en el sector salud, se mira el entusiasmo, la vocación y el júbilo de realizar su labor con la satisfacción de ayudar a los demás. Paulatinamente iba caminando esta contingencia y las publicaciones se transformaron en denuncias y quejas para con las autoridades. Actualmente, son innumerables las manifestaciones de molestia en redes sociales y noticieros del personal del sector salud demandando insumos para hacer frente a la contingencia y atender las necesidades emergentes de la población civil o, en su defecto, evidencian que se les ha proveído de insumos cuyas características no son las mínimas necesarias para salvaguardar su integridad. Sin contar los vergonzosos ataques y actos de discriminación contra los trabajadores del sector salud. 

“El quite” exige que el personal de salud continúe “celosa a su vocación” conjugando la viveza de su oficio con el riesgo que implica llevarla a cabo. Considero pertinente destacar la vertiente de explotación a la que le orilló la actual pandemia ya que, los hoy virales héroes de la salud, el personal de envíos a domicilio, personal de limpieza, trabajadores de recolección de residuos cuyo trabajo tiene un valor aún mayor para la sociedad, condición que evidencia la contingencia pero que ha existido siempre. Ese valor no se reditúa proporcionalmente en su ingreso ni su calidad de vida. Aquí recae la importancia de enfatizar la arista de la explotación en tiempos de coronavirus 

Hablar de trabajo no remunerado nos lleva automáticamente a hablar de plusvalía, que por definición es valor del trabajo no remunerado al trabajador, explotado, y que se apropia el capitalista. En México, quien capitaliza tal plusvalor es el Estado por medio de los servicios médicos de seguridad social que mayoritariamente son de carácter público. Lo que no significa que son gratuitos, pues son financiados por el erario público y el dinero de los contribuyentes. A pesar de ello, la degradación del sector salud ha sido una tendencia dentro de los planes de gasto público por parte del Estado en los últimos años. El Centro de Investigación Económica y Presupuestaria3 indica: 

“De 2010 a 2020 la brecha en el gasto público en materia salud se contrajo. A causa de un presupuesto insuficiente y además de no estar acorde incremento en población. “El gasto público en salud ha oscilado entre 2.5% y 2.9% del PIB, estimaciones propias y de organismos internacionales sugieren destinar, al menos, el doble”. 

El Instituto Mexicano del Seguro Social destinó recursos para su nómina empleada en unidades médicas, hospitales y hospitales temporales por concepto de “bono covid” para apoyar su economía. 20% de su salario4. $700 pesos recibieron los servicios básicos; lo que para muchos trabajadores fue una falta de respeto al “precio” de continuar con su ardua labor relativamente compensada por un bono monetario tan raquítico. 

Allá afuera claro que hay héroes, se ha destacado el papel del personal médico pero no son los únicos entrando “al quite”. Las personas laborando en actividades esenciales proveen productos de primera necesidad sosteniendo de alguna manera a la sociedad. Además de las personas que la situación actual no les ha permitido detener su giro por no tener un ingreso fijo asalariado ni seguridad social pero continúan llevando el sustento a casa. 

¿Qué implica llamarles heroínas y héroes? Un héroe actúa con determinación y convicción ante circunstancias adversas a favor del bien de un semejante sin alguna retribución. Esto último evoca un gran riesgo y sacrificio. Ya que el contexto es peligroso. Me suena que siempre han sido héroes y heroínas ante situaciones adversas, hoy el contexto es peligroso per se por el simple hecho de salir de casa. El sacrificio yace en no poder volver a casa por riesgo de contagiar a algún ser querido y permanecer en el hospital, en tener contacto con tanta y tan gente para recoger sus residuos, en cobrarle en caja a una cantidad de personas considerable en el súper, en llevar sustento a casa. 

El reconocimiento de la sociedad por su entrega y heroísmo no basta para dignificar el empleo en México. La pandemia ha evidenciado las características del empleo. Lo que se necesita son empleos dignos con derechos laborales que correspondan al sudor de la frente de los trabajadores cuyo valor es tal que paraliza las esferas de la producción. Las empresas se jactan de ser el motor del país pero sin el valor de la clase obrera, son solo fábricas vacías llenas de activos empolvándose. 



ANDREW MATTHEWS - PA IMAGES GETTY IMAGES 

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1Marx, C. (1959), El capital, Fondo de Cultura Económica «

2Zizek, Slavoj. (2020). May 1 in the viral world is a holiday for the NEW working class. RT Sitio web: https://www.rt.com/op-ed/487517-slavoj-zizek-new-working-class/ «

3Méndez Méndez, J.. (15 de octubre de 2019). La contracción del gasto per cápita en salud: 2010 – 2020. CIEP Sitio web: https://ciep.mx/la-contraccion-del-gasto-per-capita-en-salud-2010-2020/ «

4Staff Forbes. (24 de abril de 2020). IMSS dará un bono extra de 20% de su sueldo a trabajadores de la salud por Covid-19. Forbes Sitio web:https://www.forbes.com.mx/noticias-coronavirus-imss-dara-un-bono-extra-a-los-trabajadores-de-la-salud-por-covid-19/ «






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